Los ejercicios en los que trabajamos la asociación imagen – texto pueden ser un buen recurso para ejercitar la comprensión lectora, además lo podemos convertir en un juego si lo planteamos como una serie de adivinanzas en la que los niños deben averiguar de que se trata y emparejarlo con su dibujo.
Introducir dibujos o imágenes en tareas que están destinadas a trabajar la comprensión lectora facilita su realización y motiva al alumnos al desempeño de estas actividades.
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